La Unión Europea ha sucumbido ante el pánico alemán a una desindustrialización masiva. El anuncio de este martes de Bruselas, que rebaja las exigencias en los objetivos de emisiones para el automóvil en 2035, deja pocos perdedores, pero un claro grupo de ganadores: los fabricantes de coches germanos y las petroleras que apuestan por los e-fuels y los biocombustibles. Volkswagen, BMW y Mercedes-Benz —esta última ostenta la presidencia de ACEA, la patronal europea de automovilísticas, que ha negociado con Bruselas esta flexibilización— han hecho una intensa campaña de lobby para lograr que la UE rebaje sustancialmente unas metas de emisiones que habían sido aprobadas de forma definitiva hace apenas dos años.
Fuente: elpais.com