La moda no siempre lo pone (estéticamente) fácil. El llamado feísmo, que ha sumido a las últimas décadas en un caos de códigos de estilo, puso siempre el foco en nuestros pies con la intervención de hormas ortopédicas, colores chillones y plataformas desmesuradas que –en un juicio global– resultan poco favorecedoras.
Fuente: elpais.com