A pesar de que su madre, Cindy Crawford, “siempre ha separado el trabajo de la familia”, dice, Kaia Gerber (Los Ángeles, 2001) tuvo muy claro que quería ser modelo desde que era adolescente. A los 13 firmó con su primera agencia, y a los 16 ya hizo su primer desfile (Calvin Klein). Lleva una década en la profesión y no ha cumplido aún los 25. Siempre asesorada por su progenitora, cree que esta generación de supermodelos tiene poco que ver con la de Crawford, “por las redes sociales. Hablo mucho con mi madre sobre el tema, porque cuando yo empecé ya había Instagram, así que no tengo con qué compararlo. Pero ella cree que el cambio viene de ahí”, explica por videollamada desde su casa en California. “Y bueno, tiene una parte buena y una mala. Las redes hacen que bajemos a los famosos de su pedestal, la gente ya no te ve con el peinado y el vestido de lujo, y eso es bueno. Pero luego está la falta de privacidad, se difuminan los límites entre lo personal y lo profesional”.
Fuente: elpais.com