Pasaban unos minutos de las tres de la tarde, media hora desde el supuesto inicio oficial del desfile de Dolce & Gabbana en Milán, cuando ha estallado un apabullante aplauso en el recinto. Estaban ya todos los asistentes acomodados en las dos gradas a ambos lados de la pasarela y las luces aún apagadas, pero quedaban dos asientos libres en primera fila hasta los que han llegado la mismísima Miranda Priestly, junto a su inseparable Nigel. Los personajes de El diablo viste de Prada, a los que dan vida Meryl Streep y Stanley Tucci, se han colado así, por sorpresa, en la realidad de la semana de la moda de Milán.
Fuente: elpais.com