Hace algo más de una década que se vaticinaba la muerte del móvil como dispositivo hegemónico. La irrupción de dispositivos que se llevan puestos (wearable), como relojes, anillos y pulseras, hacían pensar en que el teléfono podría quedarse en el bolsillo como unidad central de procesamiento y acceder a las aplicaciones por otros medios más discretos. La profecía aún no se ha cumplido, pero las empresas tecnológicas mantienen su apuesta por esta idea a través de las gafas y gracias a la inteligencia artificial (IA). Meta ha presentado este jueves mejoras en su icónico modelo Ray-Ban y nuevos diseños orientados a deportistas (Oakley); Google, tras el fracaso de 2013, ha retomado las suyas; y otras compañías, entre las que no figuran gigantes como Apple y Microsoft, por el momento, siguen adelante con sus desarrollos.
Fuente: elpais.com