Y de repente todo, o casi todo, son problemas morales. Primero el trasvase de una novela de éxito a la pantalla: ¿Se debe ser respetuoso con el original o resulta inevitable la traición? Y si se opta por el respeto, ¿cómo evitar que chirríen algunos diálogos precisamente por su estilo literario, tan distinto al audiovisual?
Fuente: elpais.com