Cualquier equipo que pretenda competir de una manera seria por los títulos necesita no solo ser fuerte en su estadio, sino lograr un rendimiento notable como visitante. Y el Atlético, en estos momentos, está lejos de esa condición. Solo dos victorias en diez partidos lejos del Metropolitano se antojan muy poco para un equipo que quiera pelear por todo. Este sábado, en San Mamés, volvió a caer. Lo hizo ante un Athletic que fue más pujante para mantener la ambición y la determinación con la que ambos equipos se emplearon desde el arranque del partido.
Fuente: elpais.com