Invertimos casi 5.000 horas de nuestra vida en buscar cosas. Según un estudio realizado por IKEA en colaboración con Sigma, llegamos a perder hasta medio año de nuestra vida rebuscando entre cajones y habitaciones de casa: las gafas, el móvil, las llaves… Pequeños extravíos cotidianos que, además de hacernos perder el tiempo, arrastran una carga de estrés innecesaria. No es ningún secreto: la forma en la que organizamos un espacio impacta directamente en cómo lo habitamos y en cómo nos sentimos en él. Y, en este sentido, el orden se ha convertido en una forma de autocuidado.
Fuente: elpais.com